Siéntete incómodo

Siéntete incómodo.

Siéntete incómodo cuando te enfrentas a lo que no eres, a lo que siempre has creído que eras, a lo que te han dicho que eras, a lo que fingías o querías ser.

Siéntete incómodo cuando te enfrentas a tus mentiras, cuando te enfrentas a tus identidades, a tu máscara, a tus personajes. Cuando te enfrentas a tu ego. Siéntete incómodo cuando estás desmontando creencias, cuando estás desmontando mentiras. Siéntete incómodo cuando reconoces que lo que creías saber no es cierto.

Siéntete incómodo cuando no tienes nada a lo que aferrarte, cuando no hay nada que te diga quién eres. Nada de fuera, nadie, ninguna persona, ningún recuerdo de tu mente, ninguna situación externa te dicen quién eres.

Siéntete incómodo porque es el primer paso para buscar allí donde La Verdad se encuentra. No es fuera, no es en una referencia externa. Es dentro de ti, en tu corazón, en el centro de tu alma, en el centro de Tu Ser.

Es ahí donde vas a encontrar La Verdad, la única Verdad, Tu Verdad.

Siéntete incómodo cuando todo aquello que tomabas como referencia externa se diluye, se evapora, desaparece.

Siéntete incómodo porque no es una mala señal. No eres débil, no estás confuso, no estás perdido, no estás equivocado. Simplemente tus referencias están cambiando y ya no te basas en lo que ves fuera o en lo que te dice otra persona.

Te basas en ti y solo en ti. Ese es el único camino hacia La Verdad. Y pasa por la incomodidad.

Así que siéntete incómodo, pero no abandones, no te abandones, no abandones el encargo de encontrar quien realmente eres. No abandones el encargo de encontrar quien realmente eres. No abandones ese encargo, porque entonces nunca más te vas a encontrar.

Nunca te vas a encontrar con una referencia externa. Nunca te vas a encontrar buscando fuera. Nunca.

Así que aprovecha esa incomodidad. Aprovecha que nada de fuera te está dando lo que buscas. Aprovéchalo y encuéntralo dentro de ti, porque es el único lugar donde vas a encontrar Tu propia Verdad.