Ese momento en el que parece que todo acaba

Ese momento en el que parece que te estás rompiendo, en el que parece que todo lo de fuera desaparece, que todo tu mundo se acaba, que todo lo que habías conocido hasta ahora ya no existe.

Ese momento en el que no te reconoces, en el que no te reconoces donde antes te reconocías, donde los que antes te reconocían ahora ya no lo hacen.

Ese momento en el que te sientes más perdido, más confuso. Ese momento en el que parece que todo se acaba…

Ese momento es el momento de tu nacimiento.

Es el momento en el que Tu Verdadero Ser tiene la oportunidad de mostrarse, de salir a la luz, de mostrarte a ti todo aquello que eres, de mostrarte a ti todo el amor, la libertad, el poder, la abundancia, la alegría que tienes dentro de ti.

Todo eso que buscabas fuera ya no lo buscas fuera porque reconoces y te das cuenta de que fuera no está. Ese momento en el que te das cuenta de que fuera no está no es el peor momento de tu vida. Todo lo contrario. Es la mayor oportunidad.

Ese momento en el que parece que todo se cae a tu alrededor, ese momento en el que parece que tú desapareces, ese momento es el momento de tu nacimiento, es el momento del renacer.

Estás renaciendo de nuevo, estás dándote cuenta de todo aquello que no eres, pero también te estás dando cuenta de todo aquello que sí eres. De todo el amor que hay en ti, de toda la alegría que hay en ti, de toda la abundancia que hay en ti, de toda la sabiduría que hay en ti.

Todo eso lo ves porque ya dejas de buscarlo fuera, porque has dejado de encontrarlo fuera.

Cuando te das cuenta de que lo de fuera nunca te va a traer aquello que anhelas, cuando te das cuenta que lo de fuera no te puede sostener, cuando te das cuenta de que lo de fuera nunca te dirá quién eres…. ese momento es incómodo.

Ese momento se puede sentir incluso como la muerte. Pues es cierto, algo está muriendo, pero no eres tú el que se muere, no eres tú el que desapareces.

Lo que desaparece es lo que no eres y siempre has creído ser. Eso es lo que desaparece para dar paso a Tu Verdadero Yo, a Tu Verdadero Ser.

Así que permite ese momento. Permite ese momento de vacío, de muerte. Permite ese momento de incomodidad. Permite ese momento en el que te sientes al borde de un abismo. Pues no es real que estés delante de un abismo.

Deja que todo eso muera, deja que todo eso desaparezca, deja que todo lo de tu alrededor se rompa en pedazos. Pues no eres tú quien se rompe en pedazos, no eres tú quien desaparece, recuérdalo.

Permite que ocurra, permite que todo acabe. Algo tiene que terminar para que dé comienzo un nuevo Ser, un Verdadero Ser, un Verdadero Yo.

Deja que tu ego muera. Deja que tu vieja identidad muera.

Permítelo. Permite este momento que se siente como el final, pues no es un final en sí mismo, es un comienzo.

Tu Verdadero Yo está naciendo de nuevo.